Pues bien, eso es lo que de una u otra manera he intentado trabajar en mi obra, puesto que tomo el sonido como un material de trabajo que está disponible para operar con él.
Sin embargo estas operaciones no se desarrollan "en el vacío" o algo así, sino que requieren de un lugar en el cual son, en primera instancia, propagados, y en segundo término "contemplados".
Ahora bien, esta contemplación de la que hablo, sería doble, puesto que contemplamos el o los sonidos que se reproducen y contemplamos al lugar como tal, en tanto espacio, en tanto arquitectura e historia...
En el caso de Zona Invisible, proyecto desarrollado en el 2005 para Museo Nacional de Bellas Artes, se intervinieron 2 pilares, en los cuales se situaron 2 parlantes que emitían el sonido de derrumbe y construcción alternadamente. Los sonidos fuero dados por la condición en que se encontraba el Museo de Arte Contemporáneo (que está unido a este otro por la espalda, cual hermano siames), ya que estaba siendo reconstruído, restaurado. Es decir, se encontraba en un estado de indeterminación, igual que el lugar escogido; un umbral, pues éste no es un espacio determinado, en cierta forma podríamos decir que nisiquiera es un lugar.
2 comments:
Después de ver varias veces el video, me he situado a través de recuerdos,en distintos lugares en ninguno de los cuales he percibido ausencia de sonido...Definitivamente el sonido está en su lugar...pero, ¿lo percibimos?...¿Nos atrae? ¿Nos perturba o enriquece? ¿Nos permite intuir la esencia del espacio, del tiempo?...Más que ser escuchado, merece "ser sentido"...y "crear sentido", de cada momento...de cada lugar...de cada contexto...El sonido me trasporta hacia la subjetividad, a mi percepción de la realidad tan concreta y abstracta a la vez. El sonido, me inspira.
Anita, gracias por tu obras.
q fome
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